En medio del estancamiento diplomático, una advertencia con acento argentino sacude al mundo nuclear.
En un mundo cada vez más polarizado, donde las palabras pueden ser tan poderosas como los misiles, Rafael Grossi, un diplomático argentino y actual director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), lanzó una advertencia que sacudió los cimientos de la diplomacia internacional: un ataque israelí a Irán podría acercar peligrosamente a Teherán al desarrollo de armas nucleares.
El contexto: tensiones, acuerdos rotos y amenazas latentes
Desde que Estados Unidos abandonó el acuerdo nuclear con Irán en 2018 durante la presidencia de Donald Trump, los intentos por restablecer la diplomacia han sido frágiles. Irán sigue desarrollando su programa nuclear, mientras que Israel considera las instalaciones iraníes como una amenaza existencial.
Grossi, con sede en Viena, está en el centro de este tablero global. Y lo que tiene para decir, no es menor.
La advertencia: el efecto contrario de un ataque
En entrevistas recientes con medios israelíes como i24 News y The Jerusalem Post, Grossi fue claro:
“Un ataque podría consolidar la determinación de Irán —lo diré claramente— de buscar un arma nuclear o retirarse del Tratado de No Proliferación”.
Es decir: en lugar de frenar el programa nuclear, un ataque podría acelerarlo.
Además, advirtió que las instalaciones iraníes están fuertemente protegidas, y que desmantelarlas requeriría una operación militar “abrumadora y devastadora”.

Las conversaciones, estancadas pero en marcha
Mientras tanto, Estados Unidos e Irán continúan negociando de forma indirecta, con Omán como mediador. Irán prepara una contrapropuesta al plan estadounidense y asegura que será presentada “pronto”.
Sin embargo, el clima es tenso. Irán acusó al OIEA de presentar un informe «desequilibrado» basado en «documentos falsificados» provenientes de Israel, especialmente sobre actividades nucleares pasadas en sitios no declarados.
Un argentino en el centro del conflicto
Lo que pocos saben es que el hombre que intenta equilibrar la paz global nació en Argentina. Rafael Grossi, con una carrera diplomática impecable, se convirtió en 2019 en el primer latinoamericano en liderar el OIEA.
Desde Viena, enfrenta uno de los dilemas más complejos del siglo XXI: garantizar que la energía nuclear sea usada con fines pacíficos… en un mundo donde la paciencia y la confianza escasean.
Trump sorprende (otra vez)
En una declaración inesperada, el expresidente Trump —quien abandonó el acuerdo original— reveló que le advirtió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que no realice un ataque.
«Le dije que sería inapropiado hacerlo ahora porque estamos muy cerca de una solución», afirmó.
El giro es desconcertante: el hombre que dinamitó el pacto, ahora parece querer evitar una guerra.
Conclusión: estamos al borde del abismo… otra vez
Mientras Irán evalúa si continuar en el tratado o dar un paso hacia lo irreversible, y mientras Israel sopesa su próxima jugada, el llamado de Grossi suena como una campana de alarma.
Una voz argentina, equilibrada y serena, que intenta mantener a raya al caos.