La sorprendente razón por la que los aviones no se construyen principalmente con acero

Aunque el acero es conocido por su notable resistencia, no es el material predominante en la construcción de aviones, y esto se debe a varias razones técnicas y económicas. A pesar de que el acero puede tener una resistencia a la tracción superior a 150.000 libras por pulgada cuadrada (PSI), su uso en la aviación está limitado, representando solo entre el 10 % y el 13 % del peso total de un avión típico. Entonces, ¿por qué, a pesar de su fuerza, el acero no se utiliza más en la fabricación de aviones?

Peso: Un factor decisivo

Si bien el acero es increíblemente resistente, tiene un inconveniente fundamental: su peso. La densidad del acero es de aproximadamente 7,85 g/cm³, mientras que la del aluminio, material más común en la aviación, es de solo 2,70 g/cm³. Esto significa que el acero pesa casi tres veces más que el aluminio. Si los aviones estuvieran hechos principalmente de acero, el peso adicional tendría consecuencias graves en su rendimiento. La mayor masa exigiría más combustible, haría que el avión necesitara pistas más largas para despegar y aterrizar, reduciría su alcance y disminuiría la capacidad de carga útil, afectando directamente la eficiencia del avión.

Corrosión: Un desafío para la durabilidad

Otra razón importante por la que los aviones no están hechos de acero es la corrosión. El acero, siendo una aleación de hierro, es susceptible a la oxidación, lo que puede comprometer la integridad estructural del avión. Aunque existen versiones como el acero inoxidable que contienen cromo y son más resistentes a la corrosión, estos no alcanzan la resistencia del acero al carbono. Los aviones están sometidos a condiciones extremas, incluyendo fluctuaciones de temperatura, humedad, vientos fuertes e incluso salinidad en vuelos sobre los océanos. En tales condiciones, el acero tiende a corroerse más rápidamente que otros materiales como el aluminio o los compuestos avanzados, que ofrecen una mayor resistencia en ambientes adversos.

Fabricación: La complejidad de trabajar con acero

El acero, debido a su alta resistencia, es más difícil de trabajar que otros materiales. La fabricación de componentes de acero requiere maquinaria especializada y un esfuerzo humano considerable, lo que aumenta significativamente los costos de producción. En contraste, el aluminio es un material más blando, más fácil de moldear y de trabajar, lo que permite una fabricación más eficiente y económica. Además, el aluminio tiene un costo por libra más bajo que el acero, lo que lo convierte en una opción más asequible para la construcción de aviones.

Los aviones todavía contienen acero

A pesar de que el acero no es el material principal en la fabricación de aviones, no desaparece por completo. Se sigue utilizando en partes específicas que requieren alta resistencia y capacidad de soportar altas temperaturas, como los componentes del tren de aterrizaje y los motores. Sin embargo, para el fuselaje y otras partes estructurales, los fabricantes optan por materiales más ligeros y resistentes como el aluminio de grado aeroespacial y los compuestos avanzados, que permiten mantener la integridad estructural sin sacrificar el rendimiento.

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