Un equipo de científicos que realizaba una expedición en una de las zonas más remotas de la Antártida ha realizado un descubrimiento que podría cambiar el futuro de la lucha contra la contaminación. Encontraron una nueva especie de hongo que no solo sobrevive a temperaturas glaciales, sino que ha desarrollado la capacidad de alimentarse de plástico, descomponiéndolo en moléculas no contaminantes.
Un Avance Revolucionario
El hallazgo, publicado en la prestigiosa revista Nature, detalla que este microorganismo utiliza enzimas únicas para romper los resistentes polímeros del plástico y usarlos como fuente de energía. «Es un avance sin precedentes», explicó la jefa del proyecto. «Imagina poder liberar estas enzimas en los ‘continentes de plástico’ que flotan en nuestros océanos y ver cómo se disuelven de forma natural».
El Futuro del Bioreciclaje
Aunque la investigación está en una fase inicial y se necesitan años para escalar el proceso, los científicos son optimistas. Creen que este hongo antártico podría ser la clave para desarrollar una tecnología de bioreciclaje a gran escala, mucho más eficiente y ecológica que los métodos actuales, para limpiar el planeta de uno de sus peores venenos.