En una medida tan insólita como necesaria, el gobierno de Islandia se ha visto obligado a cerrar temporalmente el acceso público a la zona de erupción del volcán Fagradalsfjall. La razón: una peligrosa y absurda moda de los turistas de acercarse a los ríos de lava reciente para asar malvaviscos y salchichas.
La Imprudencia Viral
Las redes sociales se llenaron en los últimos días de videos y fotos de visitantes que, ignorando todas las advertencias de seguridad, colocaban comida en palos y la cocinaban directamente sobre la roca fundida a más de 1.000 grados Celsius. «Es el colmo de la imprudencia. La gente no entiende que la corteza de la lava es inestable y puede colapsar en cualquier momento, o que los gases que emana son tóxicos», declaró un portavoz del servicio de emergencias.
Seguridad Ante Todo
Ante el temor de una tragedia inminente, las autoridades decidieron establecer un perímetro de exclusión de varios kilómetros hasta que la actividad volcánica disminuya. La medida ha frustrado a miles de turistas, pero desde el gobierno fueron tajantes: «Un volcán es uno de los espectáculos más increíbles de la naturaleza, no una parrilla para un picnic. La seguridad es nuestra única prioridad».