La tensión en Medio Oriente ha alcanzado un punto de no retorno. Durante las últimas horas, Israel lanzó una serie de ataques aéreos de gran escala contra objetivos estratégicos dentro de Irán, en lo que se considera la incursión más significativa hasta la fecha. La respuesta de Teherán no se hizo esperar, declarando que el país está «listo para luchar durante años», encendiendo todas las alarmas de una guerra abierta y prolongada en la región.
Fuentes internacionales confirman que las incursiones israelíes han sido devastadoras. El aeropuerto de Tabriz, una ciudad clave en el noroeste de Irán, habría quedado completamente destruido. Simultáneamente, se reportaron graves daños en la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, uno de los puntos más sensibles del programa nuclear iraní.
Bajas de Alto Nivel y un Mensaje Contundente
El ataque no solo se centró en infraestructura. Según informes de inteligencia, la ofensiva israelí logró eliminar a figuras de altísimo perfil dentro del régimen iraní. Entre los fallecidos se encontrarían un asesor político clave, el jefe de gabinete del Líder Supremo Jamenei y varios científicos importantes ligados al programa nuclear, lo que representa un golpe directo al corazón del poder en Teherán.
La Reacción Internacional
La comunidad internacional observa con máxima preocupación. Desde Estados Unidos, el expresidente Donald Trump se pronunció con su estilo característico, enviando un mensaje directo a la cúpula iraní: «Irán debe llegar a un acuerdo antes de que no quede nada». Por su parte, el gobierno de Israel ha declarado extraoficialmente: «Estamos en guerra«, una afirmación que deja poco espacio para la desescalada diplomática en el corto plazo.