La confirmación de la condena a Cristina Kirchner sigue generando réplicas políticas en todo el país, y la Legislatura de Córdoba se convirtió en el escenario de un verdadero escándalo. En medio de una sesión cargada de fricción, cruces y discursos encendidos, el jefe de la bancada del peronismo, Miguel Siciliano, protagonizó un gesto que desató la polémica: se levantó de su banca y les repartió bananas a los legisladores radicales.
La chicana política, una alusión directa al término «gorila», elevó la temperatura de un debate ya caldeado y dejó en evidencia la profunda grieta que atraviesa la política argentina.
Una Sesión Caliente por la Causa CFK
El ambiente en el recinto ya era tortuoso desde el inicio de la sesión del miércoles. La bancada del juecismo directamente se retiró en señal de protesta. Mientras tanto, legisladores opositores como los radicales Alejandra Ferrero y Matías Gvozdenovich, junto al mileísta Gregorio Hernández Maqueda, lanzaron «munición pesada» contra el peronismo por la situación judicial de su líder.
Desde la bancada oficialista, que optó por no hacer uso de la palabra formalmente, respondían con comentarios ácidos y burlas fuera de micrófono, hasta que llegó el gesto que rompió todos los moldes.
El Gesto que Encendió la Polémica: ¿Qué Significa?
En medio del fragor del debate, Miguel Siciliano se acercó a las bancas de la Unión Cívica Radical y les entregó una banana a cada uno. El gesto es una referencia directa a uno de los insultos más antiguos de la política argentina: el término «gorila», utilizado históricamente por el peronismo para calificar a sus opositores antiperonistas.
La entrega de las bananas fue una forma no verbal y cargada de ironía de tildarlos de «gorilones» por su embate discursivo contra el peronismo y Cristina Kirchner. Según fuentes legislativas, el gesto fue también una «devolución de gentilezas» por chicanas previas, demostrando que la batalla política en Córdoba se juega con todos los recursos del folclore, incluso los más provocadores.
