La policía de París busca desconcertada al que la prensa ha apodado como «el ladrón de siestas», un enigmático delincuente que tiene en vilo a los barrios más lujosos de la capital francesa. Su modus operandi es tan extraño como audaz: entra a departamentos de lujo no para robar joyas u objetos de valor, sino para dormir una siesta en las camas más cómodas.
Un Ladrón con Gustos Refinados
Según los reportes policiales, el hombre ya ha ingresado a más de 15 viviendas. En todos los casos, los dueños encuentran al volver que una de las camas ha sido usada, a veces junto a una botella de agua vacía o restos de alguna galleta de la alacena. El ladrón nunca se ha llevado nada de valor, lo que complica la investigación. «No sabemos si es un cleptómano con un fetiche extraño, un indigente con gustos caros o un artista conceptual. Es un fantasma», admitió un detective.
Pánico entre los Millonarios
Aunque no es violento, la idea de que un extraño entre a sus casas y duerma en sus camas aterra a los residentes más acaudalados de París. Se han reforzado las medidas de seguridad, pero «el ladrón de siestas» sigue actuando, convirtiéndose en una leyenda urbana y en la pesadilla de los ricos de la ciudad.
