Fue una jornada de pura frustración para Franco Colapinto en el inicio del Gran Premio de Canadá de Fórmula 1. El piloto argentino terminó el primer día de prácticas en el circuito Gilles Villeneuve de Montreal con una cara de desconcierto que lo decía todo, visiblemente afectado por el inexplicable comportamiento de su auto Alpine.
Lejos de la mejora que esperaba en su cuarta aparición en la máxima categoría, Colapinto se encontró con un auto de dos caras: sorprendentemente rápido en tandas largas con tanque lleno, pero incomprensiblemente lento a la hora de buscar una vuelta rápida con poca nafta y neumáticos nuevos, la condición clave para clasificar bien.
Un Rendimiento Inexplicable
El problema que enfrenta el equipo Alpine con el auto del argentino es un verdadero misterio. Mientras que en el ritmo de carrera (conocido en la jerga como long run), Colapinto se mostró competitivo e incluso más rápido que su compañero de equipo, el experimentado francés Pierre Gasly, su rendimiento se desplomó drásticamente en las simulaciones de clasificación.
Esta abismal diferencia de performance, en lugar de ser un aliciente, se convirtió en un dolor de cabeza que ni el propio piloto logra comprender.

La Frustración del Piloto Argentino
Al bajarse del auto y enfrentar a la prensa, Franco Colapinto no pudo ocultar su angustia y confusión. Sus palabras reflejaron el desconcierto que reinaba en el box del equipo francés.
«No entiendo por qué soy tan competitivo en el long run con nafta, más rápido que Pierre. Y después con poca nafta y con goma nueva estoy tan lejos. No sé. Hay cosas que no tienen mucho sentido», arrancó un acongojado Colapinto.
Con la mente ya puesta en la clasificación del sábado, concluyó: «Tengo que tratar de entender un poco el porqué hoy a la noche. Creo que el long run fue muy bueno. Así que hay que entender por qué fue tan bueno comparado con lo otro y mejorar para mañana». La tarea para los ingenieros de Alpine será titánica: deberán analizar la data durante toda la noche para encontrar una solución que le permita al argentino tener una clasificación decente.